Como parte de
nuestra cultura, los cubanos hemos incorporado al castellano disímiles aportes,
unos en forma de palabras y otros formando frases los cuales se han dado en
llamar “cubanismos”. El tema de hoy es otro de ellos.
“La gatica de María
Ramos, que tira la piedra y esconde la mano” es considerado como sinónimo para
nombrar a personas hipócritas, y muy manejado para distinguir a personas que
tratan de ocultar sus verdaderas intenciones bajo las apariencias.
El origen de esta
frase se encuentra en el barrio de Jesús María, en Centro Habana, donde vivía
una mujer de mucha fama por su belleza que ejercía el oficio más antiguo.
Según se cuenta esta
señora tenía un proxeneta de nombre Virgilio y cierto día amaneció muerto en la
cocina de su casa. La causa de la muerte fue una herida en la frente, y fue
descubierto por María tendido en el suelo. Curiosamente al lado del muerto se
encontró la piedra de machacar que utilizaba María para sus preparaciones
culinarias, toda llena de sangre.
María fue llevada a
juicio ante un juez, y ante sus reclamos se declararía a sí misma inocente de ejecutar
dicho crimen, alegando como pretexto que se encontraba trabajando. Dijo al
señor Juez que la única presente en la casa era su gatica “Mimí”, que le
preguntaran a ella, provocando en todos los presentes diversas carcajadas.
Al día siguiente
del juicio, El Diario de la Marina, publicaba una reseña donde se podía
observar una caricatura de la gatica “Mimí” en una posición amenazante, y bajos
sus patas delanteras una enorme piedra de río. Al pie de la foto escribía: “La
gatica de María Ramos dio la fatal pedrada… pero ¿con qué manos?”
El caso de la
gatica “Mimí”, ha trascendido hasta nuestros días en el imaginario popular
cubano, debido a la historia de su dueña María Ramos y al chisme popular que
fueron los causantes de hacerla conocida y que se volviera inmortal.
En el caso de su
dueña, la prostituta María Ramos, cuentan que cumplió muchos años de privación
de libertad al ser declarada culpable, pues nadie creyó nunca el cuento de que
la gatica había matado a Virgilio.
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